Periodo minero en Hiendelaencina (Guadalajara) y presencia de la familia Perucha -1ª parte



En el primer Blog en el que trabajé, allá por 2012,  recogí las referencias en la prensa histórica a mis  tatarabuelos por la línea de  mi abuela paterna. El hecho de que existiesen numerosas menciones a ellos se debía, sobre todo, al desarrollo minero de su pueblo de origen, Hiendelaencina, en el norte de la provincia de Guadalajara.

Aparte de la leyenda familiar de un origen italiano que nunca ha podido ser confirmado,  se encuentra el apellido Perucha  en la zona de Hiendelaencina desde el siglo XVIII y previamente en Zarzuela de Jadraque desde el siglo XVII, incluso aparece algún Perucha en arboles genealógicos necesarios para los procesos de hidalguía o de limpieza de sangre  en la zona, conservados en los archivos de  Tordesillas.

En el siglo anterior  ya hay documentos de personas apellidadas Perucha que entablan pleitos en Bilbao por posesión de casas (Lope de Perucha, 1567)  y en la zona norte de la actual Comunidad de Madrid. Al ser obligatorio el registro bautismal a finales del siglo XVI , encontramos datos de apellidados Perucha tanto en la zona de  Peñafiel (Valladolid) como en la de Riaza (Segovia) que linda con las tierras del norte de Guadalajara de donde procede mi familia.






En el catastro de Ensenada  de 1750 aparecen varios Perucha en Zarzuela de Jadraque, entre ellos Sebastián Perucha, padre de Ventura Perucha, abuelo de Gregorio Perucha  García, mi tatarabuelo. Ventura  fue el primer Perucha que se estableció en Hiendelaencina, alrededor de 1750. Sebastíán  Perucha tenía en el tiempo en que se redactó el Catastro de Ensenada 50 años. Era un agricultor y ganadero muy considerado en la zona, tanto como para ser nombrado experto en la redacción de dicho Catastro por su experiencia de las tierras dedicadas al cultivo y pastoreo de la zona de Zarzuela de Jadraque.

extractos del Catastro de Ensenada en el que se indican las propiedades de Sebastián  ( En el libro de bienes seglares) y su condición de experto en la parte de preguntas generales.


Son en esas  tierras de  Jadraque donde nos encontramos, a mediados del siglo XIX , concretamente  en Hiendelaencina.  La leyenda que corre en los libros y por internet sobre el descubrimiento de las minas de plata ( mejor dicho redescubrimiento,  ya que hay rastros de  establecimientos metalúrgicos Hiendelaencina  en tiempo de los romanos)  reza que un italiano  llamado Vincenzo  Fortunato que paseaba por la zona reparando útiles de ferretería, hacia principios de 1840,  se encuentra al "Perucha" , joven ganadero que juguetea con una piedra brillante que había encontrado en los alrededores de sus tierras. Perucha le ofrece la piedra y algo de trigo a cambio de repararle algunos instrumentos.  La conversación que se produce entre ellos, mencionando el lugar del hallazgo, desencadenaría  la fiebre de la plata.

En la foto, paisaje minero de la zona de Hiendelaencina, en la actualidad





Por los datos históricos  que he podido encontrar , aquel italiano acabaría en la cárcel  por pretender quedarse algo de interés nacional sin las pertinentes autorizaciones, ya que extraía y fundía el mineral de plata y lo vendía. La autoría y la fama del redescubrimiento de las minas se la llevaría Pedro Esteban Górriz, navarro al que se le dedica incluso un monumento en la plaza principal de Hiendelaencina.


Apuesto a que el  Perucha de la leyenda era Mariano Perucha Palancares
 ( hermano mayor  de Manuel y de Juan)

 Mariano se enriquecería bastante  por la apertura de minas en sus tierras aunque no tanto como otras  personas  de fuera de la comarca que fueron llegando a Hiendelaencina, que se  llevaron la fama,  los monumentos conmemorativos  y, sobre todo, los que dieron paso a las empresas británicas que gestionaron la obtención de la mayor parte de la riqueza minera de Hiendelaencina, como ya ocurrió en muchos otros puntos mineros de España.


















En la prensa no aparece el nombre de los Perucha hasta las publicaciones en plena fiebre de la plata, allá por 1850 y siguientes. Se abren numerosos permisos de minas.  En la foto uno de ellos.

 Básicamente es Mariano Perucha quien los solicita  aunque en ocasiones  son los tres hermanos  Perucha Palancares  los que licitan conjuntamente los permisos de apertura de minas.
Las autorizaciones se recogen en los boletines oficiales de la provincia de Guadalajara y, otras veces, en el Boletin Oficial del Estado.


Incluyo en esta entrada algunos de ellos, como la "Mina de la Confianza" o la "Mina del Pilar".



Algunas de las minas de Mariano dan su fruto y se convierte en uno de los hombres más ricos de la provincia. Mariano figura en los amillaramientos de 1860 como propietario de numerosos edificios y tierras en Hiendelaencina y en las Tierras de Jadraque.

Establece empresas en las que trabajan su hijo y alguno de sus sobrinos como capataces, entre ellos mi jovencísimo  tatarabuelo Gregorio Perucha García.

Si bien es cierto que Mariano compra numerosas tierras en la zona de Jadraque, según 
actas notariales de los años 1850 y siguientes. también comienza a sufrir el acoso de  la poderosísima empresa británica que pretende  quedarse con la mayor parte de las concesiones de minas de  Hiendelaencia.

 Mientras tanto Manuel Perucha, padre de mi tatarabuelo, con menos suerte en las minas abiertas, mantiene su posada  de la Plaza Mayor , ahora rebosante de viajeros y transeuntes.
En 1854 se publica una advertencia a presuntos ladrones que habían sido huéspedes en la posada de Manuel Perucha.


El de  Manuel  Perucha parece que no fue el único  hotel de Hiendelaencina . El barrio de Las Minas, llega a reunir en 1850 una población de 10.000 almas, con mercados, posadas, teatros y todo tipo de servicios de la época.

El alto ritmo de nacimientos (y de defunciones )  está reflejado en los libros parroquiales de Hiendelaencina que he podido consultar.  Como en ellos se anota la procedencia de los padres de los niños bautizados,  se sabe que los empleados de las minas venían de todas las partes de España pero principalmente de Castilla,  Asturias, Teruel, Valencia etc.
Cientos de nacimientos, muchos de ellos ilegítimos,  jalonan también el libro parroquial de bautizos de la época, que se conserva y puede consultarse online en algunas páginas web americanas.


Hacia 1868 la productividad de las minas disminuye  y  Mariano va perdiendo sus pleitos con los ingleses,  lo que va dando al traste con su salud.

Gregorio Perucha trabaja en las empresas mineras de su familia. Ya está casado con Balbina Blanco de la Orden, soriana  y ha tenido 3 hijos, entre ellos a mi bisabuelo Juan Manuel Perucha Blanco. La situación de crisis  política y económica en España se acrecienta en Hiendelaencina con el declive de las minas . Tras varios incidentes con propietarios y mineros, las minas se van cerrando y Gregorio se despide de Hiendelaencina . Se muda a Sigüenza con su familia, abriendo negocios similares a los que desde siempre se  habían dedicado los Perucha:  una posada en la calle Comedias y un negocio de carnicería en la plaza  principal de la ciudad episcopal.

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